IPAs de bajo costo

Escrito por Hernán Castellani

28 febrero, 2020

Si hay algo que me gusta de hacer cerveza es saber que sé muy poco, y que tengo un largo camino de aprendizaje por delante que, además de ser largo e intenso, es totalmente dinámico y va cambiando todo el tiempo. Si a esto le sumamos el contexto económico y político del país, lo vuelve un enigma complejo que se vuelve irresoluble.

Pero ¿qué tiene que ver esto con las IPAS? ¡Muchísimo! Hoy, la cerveza de la cual todos tus clientes van a hablar si tenés una micro cervecería seguramente sea tu estilo más lupulado, el que te posiciona como marca y te da reputación. Además, en muchas de las cervecerías en las que trabajo es el estilo mas vendido, o sin dudarlo, está en el TOP 3, con lo cual también afecta seriamente tus costos y tu ganancia. No olvidemos que es la cerveza que generalmente tiene menos rentabilidad, con mucha materia prima parada en comparación a otros estilos, y un riesgo muy grande en cada fermentación de que no “cumpla con las expectativas”. Y, por último, el precio de venta está clavado hace meses, y si querés venderla, no podés cobrarla más de X pesos por litro, si no, por más que sea superior a la mejor birra gringa, no sale de la cámara de tu fábrica. Y entonces … ???

Acá es donde surgen las LC IPAs (IPAs de bajo costo) con la idea de hacer el mejor producto posible, de una calidad técnica elevada, pero maximizando eficiencia, minimizando las mermas, y cuidando los costos para no perder plata o quedar fuera del precio de mercado. Este es el punto donde los libritos se fusionan con la practica de una manera sublime: tenés que saber muy bien qué lúpulos usar, en qué cantidades, en qué técnica o proceso, a qué temperatura y todo lo necesario para que cada gramo de lúpulo gastado vaya directo a la pinta.

Hoy, la cerveza de la cual todos tus clientes van a hablar si tenés una microcervecería seguramente sea tu estilo más lupulado, el cual te posiciona como marca y te da reputación.

En busca de la eficiencia en intensidad de sabor y aroma, muchas veces tenemos que dejar de lado la calidad, y acá me quiero expresar bien: no estoy hablando de un producto final defectuoso, o inferior, si no que, en lugar de buscar un perfil frutado a maracuyá y papaya, vamos a tener que ir a buscar el aroma que surja de la correcta utilización de un lúpulo, sea el que sea. En esta línea de no derrochar (los que me conocen saben que yo era de los cerveceros de la política “cuanto más, mejor” y hace un tiempito que ya no más) es donde deje de usar los fantásticos (o lúpulos caros) como Citra, Mosaic, Sabro, Simcoe, Galaxy en el Whirlpool. ¿Y es por que no esta bueno lo que aportan? ¡NO! Son fantásticos, pero gran parte del aroma glorioso de estos lúpulos se va o en el hervidor por las altas temperaturas, o en el fermentador por los gases de fermentación. Entonces, hoy en día, en Whirlpool uso los lúpulos “accesibles” que tienen más rendimiento en caliente y no son aromas tan volátiles, como seria el Centennial, Cascade, Bravo, Chinook, Zeus. Y me guardo la frutillita del postre, para el Dry Hop, que ahí es donde realmente vale la adición de aroma, y los “accesibles” no me dan los perfiles aromáticos ni la intensidad que los “fantásticos” sí.

Además del factor económico, del costo por kg del lúpulo que usemos, está la eficiencia, y traducido de manera muy simplista, sería la medida de cuánto del sabor y aroma que tiene el lúpulo que use, se va mi cerveza terminada. Acá es donde toma un tinte un poco más técnico la cuestión. Cada lúpulo tiene diferentes composiciones de resinas blandas, duras y aceites esenciales que, a su vez, tienen distintas solubilidades y pesos específicos (lo cual me dice que tan volátil es ese compuesto). Acá vale mucho la experiencia y los pocos estudios que hay acerca de estos temas: por ejemplo, Scott Janish comprobó que la solubilidad del Simcoe en Whirlpool es muy baja (entiéndase que gasto lúpulo para que se vaya todo al trub) pero el mismo Simcoe en dry hop al final de la fermentación es muy alto (es decir que aporto mucho aroma con poca cantidad). Y acá es donde más estuve jugando durante el año pasado, en sacar birras con una muy buena intensidad de lúpulos en sabor y aroma, pero dosificando milimétricamente las adiciones de lúpulo para no gastar ni 10 gr de mas.

Estas son algunas de mis conclusiones (aclaro que son propias, y están lejos de ser la verdad absoluta del asunto):

Lista de maltas

  • Cada vez la hago más simple, y la razón es muy simple … ¡duplica! Si voy a hacer una adición de lúpulo controlada y restringida, no quiero que nada le compita en sabor ni en aroma.
  • Básicamente uso pilsen, pale ale, y munich (no mas de un 10%) como GRIST.
  • Prohibidos totalmente caramelos, biscuit, melanoidinas y demás especiales que me invadan el perfil de la cerveza
  • Macerado bajo (65-66ºC) para generar fermentables, y una cerveza de bajo cuerpo.
  • Uso de adjuntos: Azucares de maíz. La razón es más de lo mismo. Quiero extraer azúcares para lograr cuerpo con los no fermentables (las dextrinas son el soporte para mi lupulado) y generar alcohol con los fermentables. Acá gana el reemplazo de un % de las maltas base por azúcares de maíz, ya que estos son puros y no me aportan todos los sabores asociados a la malta.
    • La primera opción es azúcar de maíz o dextrosa, con la idea de aportar azúcares 100% fermentables sin sabores adjuntos. Yo uso un 5% sobre los kg de malta del lote en la gran mayoría de mis cervezas
    • La segunda opción es agregar dextrinas, que sería exactamente lo contrario: 0% fermentables con la idea de dar soporte a todo el amargor que, por más que no queramos, vamos a aportar (da para otra charla, pero Whirlpool y Dry hop aportan mucho amargor). Esto sería lo que usamos como Carapils, o Avena en las NE IPAS. Yo uso un 1,5% sobre el volumen de mosto al final del hervor en general.

Adiciones en whirlpool

  • Siempre bajo a menos de 85º el mosto previo a lupular. Básicamente, porque volatilizo menos compuestos aromáticos que quiero conservar en mi mosto. Además, aporto menos amargor, y más sabor y aroma. Algo que me di cuenta hace un par de años con la nueva escuela de IPAs turbias, es que el amargor va totalmente en contra del sabor de los lúpulos. Entonces, si quiero que explote de durazno, damasco, maracuyá o mandarina, ¿para qué le meto 40 ibus al inicio del hervor, si eso me tapa todo en boca?
  • Olla tapada, mucha bomba y tiempos de espera largos. ¿Cuánto? Depende mucho del equipamiento, y de las cantidades (cuanto más gr x litro echo, más tiempo dejo el reposo) pero no menos de 10 min de bomba haciendo el Whirlpool (quiero que pulverice los pellets y me los integre al mosto para una máxima transferencia) y 30 minutos de espera -en realidad, casi siempre de 40- llegando hasta 75 min de reposo en cervezas que agrego 10 gr x litro en esta adición. ¿Por qué no menos? Porque estoy tirando lúpulo. Sería como agregarlo para después dejarlo ir por el desagote y, justamente, eso es lo quiero evitar.
  • Los “fantásticos”, afuera. Dicho de otra forma, los que cuestan más de 40 usd el kg no los uso. Los sabores y aromas frutales son los mas difíciles de retener, y esta es una adición bastante ineficiente en cuanto a aroma. Entonces elimino por completo esos lúpulos caros que me aromatizan la sala de cocción mientras hago birra, pero muy poco de todo eso llega a mi pinta.
  • Los BBB (bueno, bonito y barato) de mi lista actual son:
    • Bravo: Sin lugar a duda es mi lúpulo favorito en estas birras LC para adición en Whirlpool. Tiene un muy lindo perfil aromático (cítricos a naranja y resina de pino, principalmente), es muy barato (alrededor de 30/32 usd el kg) y es extremadamente eficiente. He hecho birras sólo con 2 gr x litro de Bravo en Whirlpool, sin ninguna otra adición, que estaban muy bien de sabor y aroma.
    • Columbus (o cualquiera de sus otros nombres, son lo mismo): Este tiene muy alta eficiencia para transferir sabor y aroma al igual que el Bravo, pero sensorialmente no es tan amigable, es mas herbal, terroso, y desbalancea en boca si lo usamos por demás.
    • Centennial: Cítrico alimonado y floral, dentro de los “baratitos”, cumple con todo lo que busco en esta adición.
    • Chinook: de los primeros lúpulos para APAs e IPAs de la vieja escuela, de perfil cítrico y resinoso, es barato y bastante eficiente, solo que entra en la categoría del colombus, si te pasas de rosca cae mucho la tomabilidad.

Dry Hopping

  • Eliminados por completos los dry hopping (DH) al inicio de la fermentación, en caliente con la fermentación terminada o en frio. ¿Por qué? Porque son ineficientes y punto.
  • El único DH que uso en este tipo de cervezas es en caliente, al final de la fermentación, pero con una leve actividad restante:
    • Cuando faltan 5 puntos de densidad por atenuar -para la gran mayoría de las IPAs cuando está entre 1020 y 1015- le hago una purga total al tanque por abajo, y le agrego el lúpulo por arriba (no te olvides de sacarlo antes para que este a temperatura ambiente) y cierro el tanque junto con el blow off.
    • La idea es que llegue a 1,5 bar con el final de la fermentación. Hay agitación, no se van los aromas, aumenta la transferencia, y la leva puede asimilar algo del oxígeno que se incorpora.
  • Lúpulos:
    • Simcoe: Sin lugar a duda es mi número 1 en estas birras porque no es tan caro como los demás fantásticos. Me encanta el sabor y aroma que da, y es extremadamente efectivo en su transferencia de aromas.
    • Centennial: Es el único de los del lado caliente que repito en el lado frio. Rompe con la regla, ya que no tiene muchos aceites esenciales, pero, sin embargo, es de los lúpulos mejores rankeados en cuanto a su potencia aromática. En caliente le saco más el perfil floral y resinoso, pero en esta adición en frio, le noto más la parte cítrica.
    • Mosaic: No es de mis lúpulos preferidos por el perfil aromático, pero no dejo de reconocer que, a misma adición y misma técnica, no hay ningún lúpulo que aporte más aroma que el mosaic. Es caro, pero súper rendidor. No recomiendo blendearlo con lúpulos más débiles porque los tapa por completo. El único lúpulo con el cual lo podría comparar ahora es el Sabro, que con otro perfil aromático cumple con una intensidad tan alta como el mosaic.
    • Hay muchos más: el Citra me encanta su sabor y aroma, pero no es tan potente y hay que usar bastante (además de ser caro); el Ekuanot me gusta bastante, tiene mucho aceite esencial y es rendidor, sin ser de los más caros, pero no me paso porque sobresale el carácter herbal, a clorofila que, personalmente, no me agrada demasiado; el Galaxy es glorioso, esa nota tan limpia de maracuyá es difícil de lograr con otro lúpulo, y encima es muy eficiente -poco lúpulo rinde mucho- pero es carísimo.

Procesos

Si bien hay infinitos puntos a considerar y siempre digo lo mismo: NO CREO EN LAS RECETAS, CREO EN LOS PROCESOS, voy solamente a enumerar algunos de los que creo críticos para lograr cualquier cerveza lupulada buena:

  • OXIDACIÓN

Está en todos lados, pero lo más grave siempre termina siendo el filtrado (si es que lo hacen), las trazas de peracético en el barril, las purgas deficientes en el BBT y, por supuesto, la temperatura de guarda en todo momento post fermentación (a más temperatura, más velocidad de oxidación … SIEMPRE)

Acá el manejo con bombas de la cerveza terminada o los trasvases a recipientes sin purgar (o purgado deficiente) son mortales para la intensidad de nuestro aroma.

  • FERMENTACIÓN

Con lo complejo que es, lo voy a resumir en: Logren una fermentación limpia, sana y sin deméritos. El triangulo amoroso de INÓCULO / NUTRIENTES / OXÍGENO es fundamental, y nada de todo lo anterior vale la pena si mi cerveza tiene sulfuro (huevo podrido) o diacetilo (manteca) por nombrar dos grandes enemigos de las IPAS.

  • FRESCURA

Detesto apurar los procesos, pero una vez que estas cervezas estén listas, sin apurar nada, tienen que salir a la calle y consumirse lo antes posible. Por más bien que hagamos las cosas, la potencia y la calidad del aroma es una carrera perdida contra el tiempo. Nunca va a estar mejor una cerveza lupulada que en el momento que entró al barril (habiendo hecho todo correctamente antes, obvio)

Si bien esto da para mucho más, y toqué diferentes temas sin entrar en profundidad, estos son los conceptos que creo más importantes a la hora de sentarme a diseñar y después elaborar cervezas lupuladas comerciales, de muy buena calidad técnica, pero cuidando los costos y su rentabilidad. Aplicando todos estos conceptos, y conociendo muy bien los procesos de la fábrica en que voy a elaborar, logré muy buenas APAs, sesión IPAs e IPAs usando entre 4 y 6 gr x litro de lúpulo total, lo cual considero que es el límite inferior para la elaboración de estos estilos.

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